Un poco sobre mi

Me es difícil hablar sobre mi porque tiendo a decir muy poco o demasiado. En lo «muy poco» mi resumen es que soy esposo, padre e hijo, penquista, periodista y creyente.

Familia

Aunque me defino en el orden del subtítulo, primero fui hijo. Nací de buenos padres, César y Silvia, un 26 de agosto de 1990 en el Hospital Las Higueras de Talcahuano y soy el mayor de 3 hermanos varones. Mis padres dedicaron su vida a entregarnos a mi y mis hermanos la mejor educación que pudieron. Nuestros valores los aprendimos en casa con la invitación de ponerlos en práctica tanto dentro como fuera de ella. Como fieles miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días nos inculcaron el amor por las Escrituras, el servicio al prójimo, el valor del trabajo, la perspectiva eterna de nuestra existencia y un sentido de responsabilidad ante Dios por el bien que hacemos y el que no hacemos. Aún cuando ninguno de mis padres es profesional, nos transmitieron la importancia de la educación académica.

Gracias a las maravillas de las tecnologías, encontré a la mujer que me acompaña como mi esposa, Paulina, y con quien espero podamos acompañarnos mutuamente por esta vida y la eternidad. Unimos nuestras historias en octubre de 2018 en el Templo de Concepción para comenzar la aventura de nuestras vidas. Ella ha sido quien me ha sujetado los brazos cuando están a punto de caerse y quien me ha ayudado a progresar tanto como no habría podido de ninguna otra manera.

Hace un par de años llegó lo más bello y divertido que puede existir en el mundo y Lucas se unió al equipo. A él pronto se le unirá un nuevo jugador (o jugadora).

Penquista

No puedo más que aceptar mi chovinismo amor por la ciudad de Concepción. Mis primeros años los pasé en la actual comuna de Hualpén y luego en Chiguayante hasta los 18 años. Me encanta esta pequeña metrópoli, sus cerros y lagunas, sus parques, su río, su costa, su patrimonio, su historia y su espíritu revelde casi independentista.

Estudié el colegio particular subvencionado Lincaray (Chiguayante) y el Liceo Enrique Molina Garmendia (Concepción), de donde obtuve mi vocación regionalista y el sentido lucha por los ideales, aunque no sean compartidos por la mayoría.

Cuando llegué a vivir en Santiago me di cuenta de la desigualdad entre la capital nacional y la realidad de las regiones, lo cual fortaleció mi espíritu regionalista.

Periodista

Mi papá siempre compraba el diario y yo esperaba que él llegara para leer las noticias que me producían más interés y los suplementos. Sobre todo me interesaba la política y la economía, lo que llevó a estudiar Ingeniería Comercial con el propósito de ser economísta. Tenía el deseo de estudiar cómo el ser humano administra sus recursos escazos de una manera amplia desde el punto de vista de las ciencias sociales. Me fue muy bien en la PSU, permitiéndome así entrar a estudiar esa carrera en la Universidad de Chile, razón por la que me vine a vivir a Santiago.

Por diferentes razones, sobretodo salud, tuve que abandonar la carrera. Unos años después intenté retomar la carrera en otra casa de estudio pero, al darme cuenta que el enfoque académico se alejaba de esa perspectiva científica que me fascinaba, decidí dar vuelta la página.

Siempre he sido activo en mi Iglesia y, cuando estaba en el liceo, abrí un sitio en Blogspot para compartir contenido relacionado con ella. Me di cuenta que en inglés se compartía mucho material de la Iglesia en internet por lo que empecé a traducir y publicarlos en mi sitio. Más adelante con amigo quiso apoyarme, compramos un dominio y continuamos la tarea por un año.

En la U conocí a Braulio Palma, estudiante de derecho y miembro de la misma Iglesia, con quien compartíamos el interés en un medio de difusión para nuestra comunidad. Así lo hicimos por Facebook hasta que nos contactó Gonzalo Gervic, quien nos ofreció lanzar un sitio web. Así fue como los tres creamos FaroALasNaciones.com, sitio que en su mejor momento fue el principal medio de noticias de la comunidad santos de los últimos días hispanohablante en el mundo y llegamos a tener unos 50 colaboradores voluntarios en varios países en diferentes funciones. A parte de escribir regularmente en el Faro, mi labor principal fue de editor, pasando horas revisando el material original y las traducciones. Este medio de noticias ha logrado mantener su reputación como un medio serio y creíble a la hora de informar a pesar de no contar con más recursos que los de sus fundadores.

Un día miré en retrospectiva y me di cuenta que cuando chico no solo me interesaba leer las noticias de política y economía, sino que me gustaba leer las noticias en general. Me llamaba la atenció la habilidad de los autores en su redacción y me preguntaba cómo lo hacían para recabar tanta información para tener cada día hojas y hojas redactadas con nuevas noticias e historias. Mi pasión por comunicar se desarrolló con el paso de los años y autodidáctamente aprendiendo en mis aciertos y desaciertos.

A pesar de lo rústico de mis esfuerzo en el Faro, logré entrevistar no solo a líderes y miembros destacados de mi comunidad religiosa, sino que también a alcaldes, parlamentarios, candidatos políticos y artístas internacionales, además de cubrir eventos en Chile y supervisar coberturas nacionales e internacionales.

Actualmente también soy columnista para el sitio del observatorio de políticas públicas de Concepción ObservaBiobio.

Creyente

Desde que tengo memoria he tenido fe en Jesucristo gracias a mis padres. A pesar de ello, a todo hijo de creyentes le llega el momento del destete de la fe de los padres y averiguar por uno mismo. Llegado mi momento pude soltar las manos de mis padres que me mantenían aferrado a la religión y pude aferrarme por mi mismo al obtener una convicción personal de la divinidad Jesús y lo infinito de su sacrificio expiatorio, de las Sagradas Escrituras como la Palabra de Dios y de la restauración de Su Iglesia.

Esta fe y mi participación en la Iglesia ha sido parte fundamental de mi vida y he sido voluntario en diferentes responsabilidades a nivel local y regional. Me gradué del Seminario de Religión a los 18 años y el 2021 del Instituto de Religión. En los años 2010 y 2011 serví como misionero de tiempo completo en Uruguay predicando el evangelio y prentando servicio en Montevideo, Tacuarembó, Young, Artigas y Rivera. Estos años que marcaron mi vida para siempre.

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